sábado, 6 de marzo de 2010

Reflexión Acerca De La Otredad


Vivimos en tiempos de intolerancia. Tiempos de odio, de rencor y pusilanimidad. Sí, vivimos en tiempos de barbarie y no tenemos energía para reaccionar. Somos frágiles, débiles de mente y de coraje. Frente a la diferencia, buscamos la negación. Frente a la diversidad, buscamos la soledad. Queremos lo mismo, queremos espejos. Queremos comodidad y la seguridad en los muros del miedo y vemos el mundo a través de grietas de poca luz. La realidad cada vez más diluida en la pesadilla constante de una realidad no vivida plenamente. Un hecho pasado por alto por la indiferencia que nos domina. Nuestra realidad está siendo devorada por el miedo. Estamos solos y mal acompañados en un mundo que se derrumba con certezas indiscutibles. Estamos solos y desamparados en un mundo que desprecia posiciones fundamentalistas. Estamos solos en un mundo de intolerancia.

Una visión opaca incluye la ignorancia y la mezquindad. La libertad se convierte en irresponsabilidad, en codicia. Somos diferentes e incompatibles, así predican los "líderes" y "sabios" del mundo. Sí, todavía somos salvajes!, Seguimos siendo animales irracionales en nuestra verdad única. Aquí no es para los otros, aquí no incluyen el plural. Aquí sólo sí y no, en el tono al unísono. Qué suenen los tambores de guerra entre civilizaciones, entre religiones, entre los seres humanos. Todos los mensajes: vamos a matar! Es muy triste, pero este es el clima de nuestro tiempo. Estamos en la época contemporánea de la locura.

Sin embargo, tengo algo que no es nuevo, pero muy olvidado: el principio de la otredad. La otredad, el carácter de lo que es otro, la diversidad, la diferencia. Sí, el antónimo de la identidad. Debemos tener en cuenta la diferencia en todos sus matices. Para ello, vamos a entender que "cuando yo nombró, yo doy mi nombre" y sin la otra no sé quién soy, porque estoy solo en la sociedad. Y las sociedades deben ser múltiples, como es la vida. El otro es necesario, indispensable, esencial. El respeto al otro es querer respetar. Todos dependemos unos de otros. No estamos a los prejuicios, la intolerancia, la estupidez y la barbarie. Somos polvo, y volveremos todos al estado homogéneo de nuestra existencia, cuando llegue nuestro fin.

La otredad es el respeto que tenemos para todos, más allá de la voluntad de aceptar y aprender de aquellos y pensar de manera diferente de nosotros. Es también la construcción de la fraternidad a pesar de las diferencias, respetarlas y tratar de aprender de las diferentes opiniones. La otredad nos ayuda a preparar el camino para una mayor comprensión acerca de todo. Es el mecanismo más importante para el crecimiento del hombre como ser social, que puede llevarlo a interactuar pacífica y beneficiosamente todo lo que le rodea. Es, sin duda, el vehículo para llevar a la humanidad a la tan esperada nueva era. La persona que experimenta la otredad se vuelve más fraterna en todas direcciones, dejando de criticar, juzgar, atacar... Y ese tipo de actitud nos deja estar en paz consigo misma, con la humanidad, con la vida.
El desarrollo de la otredad, es respetar plenamente la forma de ser de los demás, sus errores, equivocaciones e incluso en su maldad, recordando que todos somos diferentes pistas de la evolución, y así nos volvemos más saludables, más felices y en paz con la vida.

Es precisamente con esta concepción, que se iniciará un viaje por América. Por algunos países de la América que una vez fue el escenario de mucha violencia, de dominio impulsivo, incuestionable y arrogante, el sometimiento de los principios de cada pueblo, cada ser humano y que en la actualidad combina la búsqueda de crecimiento con la preservación de su valores. Todo así lo ordenado por el sistema capitalista. Estaremos aquí relatando una serie de características de esas naciones que buscan, a través del conocimiento de su realidad, formar un mundo más justo, equitativo e integral.

Vamos a ver en este viaje, nuevas culturas, formas de pensar y expresar sus sentimientos, deseos y valores, a través del arte y la música en particular.

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